La gastronomía mallorquina disfruta de todas las ventajas de la conocida dieta mediterránea; la que según dicen es una de las más completas y saludables que existen. El cultivo de hortalizas y cereales y la cría de cerdos en el interior de la isla se complementa con la pesca de la costa. Las matanzas, actividad tradicional, permite aprovechar todas las partes del cerdo, incluyendo embutidos y manteca con la que se realizan las ensaimadas.
Los productos más emblemáticos y que diferencian a la isla del resto del mundo son la ensaimada y la sobrasada (indicación geográfica protegida), seguido de la almendra mallorquina, el aceite de oliva virgen extra con Denominación de Origen, la oliva con Denominación de Origen Protegida y el vino con Denominación de Origen de Binissalem.
Son muchos los platos típicos de Mallorca, pero los más populares suelen ser las sopas mallorquinas, el arroz brut, el tumbet, la lechona al horno, escaldums, el frito mallorquín y el “pa amb oli” combinado con diferentes embutidos. Como recetas dulces destacan la ensaimada, la coca de cuarto, los “robiols”, los “crespells” y los buñuelos de viento. Recalcar que existen cantidad de especialidades locales, como las ‘coques de patata de Valldemossa’, los ‘sospirs de Manacor’ o las famosas ‘galletas de Inca’.
Mallorca acoge un rico y variado surtido de restaurantes, que van del antiguo y tradicional celler de cocina autóctona y los especializados en “Pa amb Oli”, hasta la cocina más sofisticada e internacional como la nouvelle cuisine, pasando a la regional española o de otros países como Francia (creperias), Italia (pizzerias), Egipto, India, México, Argentina, China o Japón, entre otros.
Los martes y miércoles, en la zona del centro de Palma, Sa Gerreria, se crea un gran ambiente por la llamada Ruta Martiana. Una ruta formada por un total de doce bares, en los que puedes degustar pinchos, chatos y zuritos a dos euros.
Todos los pueblos cuentan con un mercado semanal donde puedes encontrar fruta y verdura, productos locales como la sobrasada o butifarrón y queso. También suele haber mercados que ofrecen diversas artesanías, bolsos de cuero, joyas hechas a mano, accesorios y ropa.
También existen tres mercados municipales en Palma, el Mercat de l’Olivar, el de Santa Catalina y el de Pere Garau, se dividen en amplios pabellones monotemáticos dedicados al pescado, a las verduras, a las carnes, y también se encuentran hierbas aromáticas frescas y sus famosas alcaparras que se exportan al mundo entero.
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